¿Qué podría hacer una hormiga sola contra el mundo? Un animal frágil y pequeño en un entorno lleno de peligros. Pero a pesar de su tamaño y su aparente debilidad, las hormigas han prosperado en todo tipo de hábitats, pudiendo incluso sobrevivir a catástrofes como inundaciones y hoy representan un tercio de la masa de insectos del planeta. ¿Cómo? Gracias al trabajo en equipo.
Al enfrentarnos al cambio climático pueden surgir las mismas dudas que al mirar a una hormiga. ¿Qué puedo hacer yo frente a un problema tan grande? Y la primera respuesta y quizás la más racional sería: nada. Porque lo que yo haga o deje de hacer si miro el cambio climático desde una perspectiva individualista, no va a mover la balanza.
En ese sentido, las hormigas organizadas, nos enseñan una gran lección de como el pequeño trabajo de una persona, cuando se suma al de muchas, genera gran impacto. Pero las hormigas también nos muestran la parte compleja de la colaboración. Ellas se reúnen en sus colectivos y compiten a muerte con los insectos distintos. Partiendo por otras hormigas.
Colaborar es fácil con los iguales, difícil con los distintos, con los que piensan diferente o son parecidos. Está en nuestros genes la colaboración, pero no con los distintos a nosotros, eso es lo que todavía requiere de evolución. Necesitamos para ello un cambio cultural en que las soluciones sean pensadas de forma masiva. Entre moros y cristianos, altas y bajos, niñas y adultos, los del sur y los del norte. Los de aquí y las de allá. Solo así vamos a poder enfrentar los grandes desafíos, ambientales y sociales, que nos plantea el mundo contemporáneo.
Sin duda esto es complejo. Las personas tenemos nuestra diversidad y nuestra libertad individual, también marcada en nuestra evolución. Y ese es quizás el gran salto que debemos dar. Lo bueno es que cada día más, las personas somos concientes de las respuestas a los problemas que vivimos. Las soluciones colaborativas implican colaborar con todos y todas, incluidas las personas que piensan distinto a mi, lo que implica escuchar al otro con disposición a derribar mis propias creencias y prejuicios.
La colaboración entre iguales nos ha permitido levantar imperios, pero nuestras diferencias nos han llevado a grandes desastres, como las guerras mundiales. Pero el cambio climático afecta a cada rincón del planeta, y nos exige colaborar superando nuestras diferencias.
Esto nos mueve en Kyklos. Nuestro propósito es movilizar junto a las personas una vida en armonía con nuestro entorno. Y en ese propósito lo más importante es la frase “junto a las personas”. Porque entendemos que no tenemos la respuesta a todo y que los cambios para vivir en armonía solo se van a lograr si colaboramos con otras personas y organizaciones, en un trabajo en que nos nutrimos mutuamente y damos con estrategias que se adapten a cada realidad.
Para eso inauguramos este mes nuestra nueva página web. Un espacio que esperamos para compartir conocimientos, visibilizar buenas prácticas, permitir darle voz a otros que están haciendo bien las cosas, y crear una colonia en que todos cumplimos un rol relevante y tenemos espacio para colaborar. Te invitamos a sumarte. Leyéndonos, escribiendo o proponiendo temas de interés para alcanzar una vida en armonía con nuestro entorno.

Hernán Hochschild
Director Ejecutivo Kyklos