El Desafío Sonrisa Circular, una campaña impulsada por Soprole y gestionada por Kyklos, ha concluido con grandes resultados. Durante tres meses, más de 800 colegios de todo el país se unieron a esta iniciativa, demostrando su compromiso con el medio ambiente al recolectar una gran cantidad de envases plásticos de yogurt y postres, así como cajas de leche y jugo.
La campaña se puso en marcha en marzo, y desde entonces los establecimientos educacionales han sido un punto clave para promover la participación activa de los estudiantes en la recolección de residuos. Los colegios compitieron en cuatro macrozonas (Norte, Centro, Sur y RM) para obtener premios monetarios de 5 millones, 2 millones y 1 millón de pesos, correspondientes al primer, segundo y tercer lugar, respectivamente.

Durante un total de 14 semanas, los colegios se dedicaron a recolectar los envases y llevarlos a los puntos limpios habilitados para la campaña. Algunos establecimientos, ubicados en localidades alejadas, tuvieron que transportar sus residuos hasta ciudades distantes para depositarlos adecuadamente. Un ejemplo destacado de dedicación y esfuerzo fue el Jardín Infantil Bambi, de Antofagasta, que viajó durante 6 horas hasta llegar al punto limpio de Triciclos del Sodimac en Calama. Además, la Escuela Rural 21 de mayo realizó una contribución sobresaliente al llevar más de 137,000 envases en un solo viaje, marcando así la entrega más grande de toda la campaña.

El esfuerzo conjunto de los establecimientos educacionales ha dado como resultado una impresionante cifra de 24.323.202 envases recolectados en total. De estos, 1.931.200 corresponden a envases plásticos PS y 22.392.002 a envases de cartón para bebidas. Es importante destacar que todo este material será valorizado, es decir, será utilizado de manera sostenible. En el caso de los envases plásticos, se utilizarán para fabricar bandejas que Soprole empleará en el transporte de sus productos entre sus distintas operaciones.

Este logro no solo representa una victoria para los colegios participantes y las empresas involucradas, sino también para el medio ambiente. La cantidad de envases recolectados demuestra el impacto positivo que se puede lograr cuando la comunidad se une en pro del reciclaje y la economía circular.
Desde su primera edición en 2022, el Desafío Sonrisa Circular de Soprole ha sido una plataforma efectiva para fomentar la educación ambiental entre los jóvenes y promover la responsabilidad individual y colectiva hacia el cuidado del planeta. Estos resultados alentadores nos motivan a seguir generando alianzas estratégicas y campañas similares en el futuro, con el objetivo de crear un mundo más sostenible y consciente de la importancia de reciclar y reutilizar los materiales en nuestra vida diaria.

Dentro de los desafíos del proyecto se encuentra la articulación de las organizaciones mencionadas, además del diagnóstico inicial, recopilación y sistematización de la información realizada por Kyklos, para diseñar un sistema integral de gestión de residuos en la cuenca. Durante un período de 3 meses, se llevará a cabo este análisis, el cual culminará con la elaboración de un plan de acción en el que participarán diversos actores del territorio. Sobre esto, Juan Cortés, jefe de proyectos territoriales de Kyklos, sostuvo que “este diagnóstico busca ver cuáles son los principales actores del tema de la basura, cuales son las oportunidades que hay y qué acciones se están realizando en este momento de manera de buscar las mejores alternativas”.

Para las etapas posteriores, se evalúan los recursos necesarios para implementar una logística coordinada y eficiente en la ejecución del sistema de gestión integral de residuos. Esto implica la articulación de actores y alianzas locales, así como la entrega de asesoría técnica a los municipios en el diseño de una gestión integral de residuos. Fase que se extenderá por un período de 12 meses.