Tras un año de trabajo y con el sueño de acercar los desafíos climáticos a las comunidades escolares, en marzo de 2013 Kyklos lograba su primer gran hito: la instalación de un punto verde en un colegio de Lampa. Pero la ilusión duró poco.
“El punto no duró ni 24 horas, pero con prueba y error llegamos a desarrollar uno que se ha mantenido operativo por una década. Este inicio gesta dos aspectos centrales en la cultura kyklense: toda intervención va acompañada de un programa de educación y la legitimidad que tiene el error para la mejora”, explica Paula Peters, gerente de experiencias y cultura de Kyklos.

Y a raíz de esa primera experiencia, Kyklos fue perfeccionando su modelo de intervención en colegios, con el que a la fecha han logrado instalar 261 puntos verdes, recuperar 466 mil kilos de material reciclable en 472 colegios, e impactado de manera directa a 270 colegios con actividades presenciales para desarrollar la cultura ambiental. Además, han logrado llegar a casi 2 mil colegios con el Interescolar Ambiental, la primera red gratuita de educación ambiental en Chile, que entrega herramientas para desarrollar la educación socioambiental y mejorar el clima y la convivencia escolar.

“Con nuestra propuesta invitamos a los colegios de nuestra red a que, a través de la educación, la más poderosa herramienta de la humanidad, mostremos a nuestros niños que la regeneración de nuestro entorno es posible. De este error en el que nos encontramos, podemos aprender. Estamos a tiempo, con esperanza y responsabilidad, podemos revertirlo”, cuenta Paula Peters.

La Escuela Básica Ramón Freire es uno de los colegios que trabaja con Kyklos desde hace 6 años, tiempo en que han realizado 129 actividades presenciales para promover el cuidado del medio ambiente y han recuperado 8.757 kg de material. La profesora María Paulina Castillo, destaca que ha habido un antes y después de Kyklos en el colegio: “Nuestra comunidad ha tenido un gran cambio y un compromiso con el poder reciclar y reutilizar en sus hogares. Tenemos familias y estudiantes comprometidos en nuestros desafíos, tenemos una comunidad más consciente del cuidado del medio ambiente, al lograr que nuestros estudiantes transmitan a su familia la importancia de su cuidado”.
Por su parte, Gerald Gatica, educador ambiental en Kyklos que ha realizado una gran cantidad de actividades tras la vuelta a la presencialidad en los colegios, destaca el buen recibimiento que tienen las experiencias en los estudiantes: “Hay mucho interés y conciencia de que algo está pasando, y nuestras actividades son una oportunidad para empoderarlos y que se den cuenta de que ellos pueden marcar la diferencia y generar un cambio real”.